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La comedia del zombi y el cervecero

von CHRISTOPH WESEMANN

Argentina, Capital Federal, son las 17 de la tarde. Una familia típica alemana. Padre y tres hijos menores de edad. La mamá está de viaje. Es el tercer día de su ausencia. Los dos hijos mayores acaban de volver de su colegio.

PADRE. Gracias. ¡Hasta mañana!

CHOFER DE LA COMBI. ¡Hasta mañana! (se va)

PADRE. ¿Cómo les fue en el colegio, muchachos?

HIJA. Bien.

HIJO. Bien.

PADRE. Bien.

HIJO. Mañana me pongo una camiseta del fútbol.

Quilmes

PADRE. ¿La blanquita de Quilmes? ¿La camiseta más hermosa del mundo? ¡Qué grande! Sabés que, somos el equipo del momento en Argentina. ¡Cinco victorias consecutivas! Cinco. No lo puedo creer. Ningún DT nuevo de Quilmes logró ganar sus cinco partidos primeros. Facundo Sava es un genio de puta madre. Yo lo banco mucho. ¡Ojo! Ahora faltan nuevo partidos, todo es posible. O mejor dicho: casi todo. A San Lorenzo y Boca no vamos a alcanzar pero

HIJO. … Papá …

PADRE. … las gallinas de mierda están a nuevo puntos. Si terminamos el torneo quinto me vuelvo loco, ¡carajo! Hay que esperar. Y yo tengo mucha fe. Escúchame, el sábado …

HIJO. … Papá …

PADRE. … le vamos a romper el culo a los putos de Temperley. Y nosotros estaremos en la cancha, alentando a nuestro querido cervecero, eh.

quilmes 2

Quilmes 3

HIJO. ¡Papaaaaaaa!

PADRE. ¿Qué? ¡Hablá!

HIJO. Me voy a poner la camiseta del Bayern Múnich mañana.

PADRE. ¡Olvidalo! Vos vas a vestir tu uniforme, como corresponde.

HIJO. ¡Pero puedo! En mi clase de castellano estamos hablando del futuro. Del mundo en 20 años. Quiénes vamos a ser. Que harémos. Esas cosas. Y por eso mañana nos debemos parecer a la persona que queremos ser más adelante.

PADRE. Y vos en 2035 serás …

HIJO. … futbolista.

PADRE. En el Bayern.

HIJO. Sí. Delantero.

PADRE. (murmura) Yo fracasé en la educación. Es evidente que fracasé totalmente.

HIJO. ¿O podría ir mañana al colegio también como zombi?

PADRE. Mejor. Mucho mejor.

HIJO. Pero me tendrías que ayudar con el disfraz y el maquillaje.

PADRE. Flaco, ¿me estás jodiendo o tengo cara de maestra jardinera? Estoy solo, con vos y tus dos hermanitas locas, Mamá está de viaje, ¿no recordas o te mando un fax?

HIJO. Sí.

PADRE. Entonces, ponete la camiseta. ¡Basta!

HIJA. (entusiasmada) Papi, cuando yo será grande voy a jugar en Quilmes, de verdad. Pero quiero ser arquera.

PADRE. (en voz baja) Lo que faltaba.

HIJA. ¿Qué?

PADRE. Gracias, mi amor, eso es un consuelo enorme. Me haces muy feliz.

El padre se pone a llorar.

-FIN-

♦♦♦♦♦

Otros textos en castellano

La FIFA, el Kaiser y el fútbol alemán: discurso en el Congreso

von CHRISTOPH WESEMANN

Yo participé en un debate sobre la corrupción en el fútbol, organizado por la diputada Cornelia Schmidt-Liermann. Les dejo mi discurso en el Congreso de la Nación.

Discurso sobre la corrupción en el fútbol (Honorable Cámara de Diputados de la Nación)

> con Alberto Rivero (Asociación Gustavo Rivero), Javier Castrilli (ex árbitro), Sebastián Sal (International Association of Anti-Corruption Authorities) y Cornelia Schmidt-Liermann (diputada nacional del PRO)

I

¡Señoras y señores!

Muchos alemanes creen que el famoso Franz Beckenbauer nos consiguió el Mundial que fue disputado en 2006. ¿Todos conocen a Beckenbauer? ¡No me digan que no! Es el mejor futbolista de la historia alemana, un genio, no tan genio como Diego Maradona, claro que no. Pero él ganó la copa mundial dos veces, como capitán en ‘74 y 16 años después como técnico − contra Argentina y Diego, lo siento mucho. La verdad, yo en ese entonces ya alentaba a la albiceleste. A ustedes les habla un mufa.

Yo quiero contar hoy de la FIFA desde el punto de vista de un chucrut, un alemán, trazando por qué el blatterismo funcionó tanto tiempo. En realidad todavía no dejó de funcionar, ¿no?

II

¿Volvamos con Beckenbauer? Cuando él – nuestro Kaiser (el emperador) – era un bebé Dios le dio un beso. Sí, yo estoy bromeando pero me parece la única manera de explicarles porque él llega a conseguirlo todo. Les quiero mostrar un cortito vídeo muy conocido para evidenciarles la excelencia de este crack alemán.

Estamos en una noche de ‘94, unas horas después de que Beckenbauer como técnico del Bayern Múnich ganara el campeonato local, de la Bundesliga. La fiesta de su equipo es televisado por un programa deportivo que tiene un juego muy emblemático. Los invitados – futbolistas y otros deportistas – deben patear la pelota y tratar de meterla por dos agujeros redondos de 55 centímetros de diámetro ubicados en las esquinas superior izquierda e inferior derecha de un rectángulo vertical que hace las veces de arco.

¿Suena complicado eso, eh? Nooooo.

¡Es complicado!

Estamos viendo a Beckenbauer, junto a Lothar Matthäus, el capitán de la selección de ‘90, poniendo en el piso una copa enorme llena de cerveza de trigo.

¿Qué va a pasar?

¡Miren!

Qué golazo, ¿eh?

Sin dudas, Diego lo hubiera hecho con la pelota y la copa de cerveza.

III

Señoras y señores, hablemos de fines de los años noventa. Alemania quiere organizar el Mundial de 2006 y solicita a la FIFA. Beckenbauer como jefe de la campaña viaja con su bolsa de golf por el mundo, para convencer a reyes, emires y presidentes. Está en todos lados el Kaiser. ¡Hace diez vueltas al mundo! Su cuerpo pintado, baila en Fiyi, y en África le regalan un carnero. ¡Un carnero vivo! Por supuesto, los reyes, emires y presidentes están tan contentísimos de encontrarse con este personaje que después apoyan la candidatura alemana.

¿Lo podemos creer? ¡No! Es una leyenda. Un cuento chino.

Cualquiera candidatura exitosa para el Mundial jamás es la obra de una sola persona. En realidad, la responsabilidad la tiene el jefe, de forma detallada y perfeccionista. Muchos forman parte de un tal proyecto: el gobierno, la política, las embajadas, la economía, las empresas, las organizaciones deportivas, todo el país, todo el estado. Es porque la FIFA requiere muchas cosas del organizador:

  • distintas garantías,
  • la certeza de poder cobrar mucha plata durante el torneo,
  • una infraestructura re buena,
  • hoteles de primera categoría,
  • otro lujo para los funcionarios y sus laderos, incluso las esposas.

Andrew Jennings, el prestigioso periodista de investigación escocés, dice:

Pueden hacer todos los aspirantes del Mundial. Le pueden presentar a sus super-modelos al Comité Ejecutivo de la FIFA. Sus políticos le pueden prometer que vayan a hacer todo para organizar un Mundial perfecto. Pero los chicos de la FIFA van a bostezar y preguntar después: »¿Dónde está la guita? ¿Dónde está la guita?« (Vídeo)

Ocho días antes de la decisión que toman las 24 personas del Comité Ejecutivo, en Alemania la Comisión de la seguridad del Gobierno autoriza el suministro de 1200 bazucas a Arabia Saudita. Un miembro de la casa real – Abdullah Al Dabal – pertenece al Comité Ejecutivo.

¿Pura coincidencia? ¿Cosas que pasan?

Encima son acordados negocios de mil millones de Euros por empresas grandes de Alemania en Asia. Daimler (Mercedes) plantea una aportación de capital de 400 millones de Euros en Hyundai, el fabricante coreano de automóviles. El hijo y jefe júnior de la dinastía de Hyundai (Chung Jong Moon) lidera la Asociación de fútbol de su país y es delegado del Comité Ejecutivo de la FIFA.

¿Una coincidencia más? Puede ser …

El representante tailandés en la FIFA (Morawi Makudi) administra un negocio de Mercedes en Bangkok. El Bayern juega absurdos partidos amistosos en Malta, Túnez y Tailandia, siempre fluye mucho dinero por los derechos de transmisión. Por lo menos dos de los tres países votan más tarde a favor de Alemania.

Son muchas las coincidencias, ¿no? Puede ser …

El propio Beckenbauer comentó después de un »chanchullo«.

La elección del Comité Ejecutivo en 2000 ganó Alemania presumiblemente por la traición que cometió el representante neozelandés en la FIFA, Charles Dempsey. En la última vuelta él debería haber votado a favor de Sudáfrica. Así lo había decidido su Confederación de Fútbol de Oceanía. Con su voto Sudáfrica hubiera ganado.

¿Qué pasó?

Antes de la votación Dempsey salió del salón.

Y se abstuvo.

Así que Alemania ganó.

Había y hay muchos rumores y cuentos de soborno pero ninguna prueba. La primera ministra de Nueva Zelanda – Helen Clark – le pidió disculpa al presidente sudafricano. El ministro de deporte dijo: »Dempsey es una vergüenza nacional.«

Dempsey apenas explicó su voto extraño. En unas pocas entrevistas hablaba de »presión por influyentes grupos de interés en Europa«.

Murió en 2008.

IV

¿Por qué estoy hablando de esta historia vieja? Lo que pasa es que no hay relaciones limpias con una organización bastante corrupta y mafiosa como la FIFA. Tampoco Alemania lo logró.

Fíjense que el Mundial es una fiesta tan lucrativa que la FIFA – como dueña del torneo – puede hacer y exigir lo que quiera. Y la única que siempre gana en cada campeonato es la FIFA. El Mundial es una mina de oro.

Lo que más me decepcionó antes de la retirada chiquita de Sepp Blatter (que está laburando en este momento, sabe Dios lo que pasa en su búnker) – fue la actitud de los funcionarios europeos y sobre todo los de Alemania. Recordemos que la Federación Alemana del Futbol es la organización (individual) deportiva más grande del planeta. Tiene casi siete millones socios. Es mucho peso. Encima Alemania dispone de un poder económico extraordinario.

 

 

A eso voy. Si una nación tuvo la obligación y la opción de ir de delante de los demás, hubiera sido Alemania. Pero: Nuestro jefe del fútbol Wolfgang Niersbach – muy amigo de Beckenbauer, muy amigo de Blatter – él ni aun habló en la asamblea para marcar el paso. Igual que cualquier otro funcionario de la UEFA. Nada. Nada de nada. ¡Qué vergüenza!

O sea: Los viejos a quienes siempre les gusta echar un sermón a la juventud futbolística, a nuestros pibes – usando palabras como fair play, honestidad y valor cívico – ellos mismos no lo practican. Y ellos eran protagonistas, simpatizantes, patrocinadores o beneficiarios del blatterismo. Nadie se va a retirar a propia voluntad. Pero: ¿Basta que se va el jefe y el resto se queda?

V

A mí me cuesta muchísimo creer ahora en un cambio verdadero de la FIFA. Quienes lo quieren no lo pueden lograr. Les faltan poder y mayoría. Y quienes podrían lograrlo no quieren. A ellos les falta nada más que voluntad.

Olvídense del francés Michel Platini, el presidente de la UEFA. Esa organización también está llena de figuras oscuras. Platini asumió su cargo en 2007 por truchadas. Trabajó con Blatter por más de 20 años. Había apoyado la candidatura de este último en ‘98 y después lo aconsejó cuatro años.

La UEFA, monsieur Platini, los alemanes con Charles Dempsey: Todos tienen muertos en el placard. Y Blatter lo sabía. Por eso no tenía miedo de nadie. Pero el 2 de junio – cuatro días después de su reeleción – nos enteramos a quién le teme Blatter: al FBI.

Por lo tanto digo: La única manera de ordenar la FIFA es destrozarla, completamente, y empezar de nuevo. No, señoras y señores, ahora no estoy bromeando. Eso les digo en serio. Esa organización está demasiado estropeada. No se la puede reparar ni reformar.

Para ir finalizando quiero citar a Gary Lineker, ex jugador de Inglaterra. ¿Sabían que a los alemanes nos encanta todo lo que dice? Para nosotros, es una autoridad – por su frase que pasó a la historia. El fútbol según Lineker »es un juego simple: 22 hombres corren detrás de una pelota durante 90 minutos y, al final, los alemanes siempre ganan«.

Esta vez Lineker escribió en Twitter: »La FIFA está explotando. Lo mejor que le pudo pasar al juego hermoso.«

Muchas gracias por escucharme.

Die letzte Zehn der Welt sagt hasta luego: Riquelme-Gastbeitrag bei Cavanis Friseur

von CHRISTOPH WESEMANN

Wenn jemand diesen großen argentinischen Fußballer verabschieden darf, dann ja wohl ich. Juan Román Riquelme und ich sind ja nicht nur ein Jahrgang (1978), sondern auch gleich groß (1,83 m) und – behauptet zumindest das jeweilige Umfeld – zwei ähnliche Diven. Außerdem bin ich immer Riquelme, wenn wir mittwochabends in Buenos Aires unter der Autobahnbrücke fünf gegen fünf kicken. Ich versuche, das Spiel klassisch zu lenken – natürlich auch, weil ich für den sogenannten modernen Fußball zu langsam renne und denke.

Cancha bajo Flores

JR Riquelme

Ich habe eine Schwäche für Menschen, die Erwartungen nicht erfüllen. »Se me escapó la tortuga«, sagt der Argentinier, wenn er eine einmalige Chance vergibt. »Mir ist die Schildkröte entwischt.« Der Spruch stammt, wie so viele andere, die zu Volksweisheiten geworden sind, von Diego Maradona. Auch Riquelme hat die Schildkröte nicht immer festgehalten. Er ist ein Unvollendeter. Er wurde Mitte der Neunziger als neuer Diego empfangen (und reifte dann doch nur zur Weltklasse), er trug schon mit 20 Jahren bei den Boca Juniors die 10 und hat 17 Titel gewonnen, darunter dreimal die Copa Libertadores, sechsmal die argentinische Meisterschaft und am 28. November 2000 den Weltpokal (der in Südamerika einen hohen Stellenwert hat).

Weiterlesen im Fußballblog Cavanis Friseur hier entlang, bitte.

El chico que camina como Menem y está más loco que El Loco

von Christoph Wesemann y Moní (traducción)

Mi hijo dice que alguna vez habló finés. No recuerdo esto. Por supuesto tiene talento para las lenguas extranjeras, habla ruso y castellano. Y una vez estuvimos en la capital Helsinki para visitar a una amiga que vivia ahí. Pero en aquel entonces tenía cinco. Cinco meses. La próxima lengua que quiere aprender es chino. Empezará cuando tenga nueve, le falta un año y medio.

Tal vez no tolera a la Argentina.

Helsinki

Un alemán que desde hace poco está viviendo en Buenos Aires pero extraña Valencia, donde trabajó por cinco o seis años, no piensa bien de los argentinos. »Son fanfarrones, mentirosos y estafadores«, dice. Y lo dice en serio, al menos en un 80 por ciento. También se resiste a hablar castellano. Así que cecea las letras c y z como la gente en Valencia. Así por ejemplo dice caie, cuando en realidad aquí a la calle se le dice cashe. El conoce mil veces más palabras españolas que yo pero, por lo menos, yo no hablo como un conquistador del siglo dieciocho que tiene su velero atracado en el puerto de la ciudad de Buenos Aires.

Ahora mi hijo va todos los miércoles al entrenamiento de fútbol organizado por su colegio. La primera vez lo acompañé. A las 12 Santiago, el profesor de educación física, pasa a buscar a 120 escolares, de los cuales 95 llevan la camiseta de Leo Messi. Después despotrica con los chicos de seis a diez años y les dice: »¡No corremos! ¿Está claro?« Y … ¿qué pasa? Los chicos cruzan la calle a paso muy lento; una bandada de patos hubiera sido más rápida. Y generan un atasco de tránsito de tal magnitud, que en Alemania sería noticia por la radio.

Messi

Después se eligen equipos que se enfrentan en ocho canchitas. Como espectador se ve sólo que cada plantel juega con la misma táctica: ¡Todos hacia la pelota! Esa tarde mi hijo jugó sin pena ni gloria.

»Che, ¿cómo te fue?«, lo pregunté después del entrenamiento.

»¡Re-bien!«

»¿Y qué les dijo al final el entrenador?«

»Dijo que habíamos jugado bien y que teníamos que pasar mejor la pelota.«

»¡Gran DT!«

»¿Viste mis tres golazos, papá?«

»¿Qué?«

Heldenteams

Claro que puede haber metido los tres goles mientras yo estaba ocupado en atar el cordón de mi zapato derecho. Por otra parte, ese hubiera sido la tripleta más rápida del mundo.

En el regreso a casa me repitió exactamente el mismo relato de sus tres goles. Antes de hacer el primero había eliminado a cinco adversarios y pateado la pelota con la izquierda al ángulo derecho. En el segundo fue una volea después de un córner. Y el tercer gol lo hizo de cabeza. Me costó entender a mi hijo porque todo el tiempo me acuerdo del alemán de Valencia y de su frase: »Los argentinos son fanfarrones, mentirosos y estafadores« – es una buena frase, para situaciones difíciles en la vida, para montañas rusas.

Disneyland

De viaje a Alemania nos quedamos algunos días en París porque los niños querían visitar a toda costa Disneyland. Disneyland en francés podría resumirse como: salir del centro de París a la pampa francesa, llegar después de una hora de viaje, mostrar entradas por valor de 300 euros y esperar en todas partes.

Es necesario esperar incluso frente a atracciones simples, como las que hay en lugares similares – por ejemplo ese carrusel con tazones de café. En uno de los tazones podrían sentarse flojo cinco adultos o siete niños. Pero había sólo dos hindúes. Y en el otro, dos hindúes más. No tengo nada contra los hindúes (ni contra los paquistaníes, por supuesto) pero ocho hindúes en cuatro tazones de café – ¡eso es un escándalo!

Así es que se necesita una paciencia grandísima. Para un lugar como Disneyland fueron inventados los abuelos.

Para subir a la montaña rusa es necesario que los niños midan al menos 1,20 metros. A mi hijo le faltaban cinco milímetros y por eso lo volvieron a medir. Sorprendentemente no había crecido en estos 20 segundos. Dios mío, ¿a quién le gusta medir con tanta exactitud? A una chica de Alemania, ¡claro que sí! Cuando lo rechazó, mi hijo estaba a punto de llorar.

En un primer momento se me ocurrió la idea de tirar de él frente a la revisora: la mamá de sus manos y yo de sus piernas. Pero ratito después pensé en Carlos Menem, a quien cuando era presidente le gustaban los zapatos de tacón para disimular su baja estatura. Y pensé también en el alemán y su frase de que los argentinos son fanfarrones, mentirosos y estafadores.

Así que fuimos a la vuelta con mi hijo y yo llené sus zapatillas deportivas con todas las cosas que encontramos en nuestros cuatro bolsillos: un mapa de París, una bolsita vacía de pan, un pañuelo usado, caramelos, billetes de subte, tiques del supermercado, panfletos y piezas de Lego.

Él caminaba de forma un poco extraña pero orgulloso como Menem y sonreía de oreja a oreja cuando fue medido por tercera vez por la revisora. Después fuimos cuatro veces en la montaña rusa. Hasta que yo estaba mareado.

Tres golazos en un partido.

¡Ese es mi hijo!

Ciudad de Buenos Aires, 18 de agosto 2013 – El Día del Niño

Pep Guardiola, los comegatos, el taxista que maldice y un hijo

von Christoph Wesemann y Moní (traducción)

Si Newell’s Old Boys de Rosario ganara la Copa Libertadores a fines de julio y después tuviera que jugar la final de la copa mundial des clubes contra Bayern en Marruecos, yo llamaría a Pep Guardiola para ofrecerle mis servicios de informante en forma gratuita (libre de impuestos).

He visto dos veces al equipo de la provincia de Santa Fe en vivo y en directo y ya puedo anticipar la forma de jugar de los comegatos. Naturalmente Pep está aprendiendo alemán. Pero para estar seguro de que entienda mis instrucciones acerca de la presión horizontal simultáneo con el desplazamiento vertical, vamos a hablar en su idioma. Sólo espero que con su castellano culto logre entender mi argentino popular con un fuerte acento porteño.

KatzeEsta vez Newell’s Old Boys, también llamado Ñuls, líder de la primera división tuvo que vérselas con el club capitalino All Boys del barrio de Floresta.

Juego de lunes por la nochecita. Tránsito de fin de jornada. Avenidas principales obstruídas. Calles laterales cerradas. Policías fumando a los costados. Unos pocos cientos de metros antes de llegar a destino, los tres carriles que se utilizan como si fueran cinco, se convierten en uno solo.

El taxista que está bien a la izquierda toca la bocina, abre el vidrio y señaliza con su dedo la necesidad de hablar.

¿Qué está pasando? El tachero larga de todo: durante medio minuto todos los insultos y maldiciones imaginables, todos hijos de puta, pelotudos, maldita obra, ¿me escuchás?, la c.… de tu hermana, la p… que me parió, me los paso todos por el forro …., estos idiotas.

Tenés razón, amigo. Gracias por la conversación.
»¿Escuchaste eso?«
»Si, cada palabra, papi.«

¿Pero a dónde tenemos que ir? Preguntemos al tipo joven con camiseta de All Boys cómo llegar al Estadio Islas Malvinas. Este nos responde enseguida con otra pregunta. »¿Querés ir a la entrada de Ñuls?«
»¡Hey, pará que yo no como gatos!«
Gran jajajajaja.

Claro, si uno se identifica como hincha del equipo local, tendría que encontrar el estadio de una. Por otra parte, tiene capacidad para 21 500. No es una cancha, es sólo una canchita, que bien se puede pasar por alto alguna vez.

Al final la capital vence a la provincia por 2:1. Y el niño de 7 aprovecha la ocasión del triunfo para insultar con un »hiiiijos de puuuuutaaa« a grito pelado a los invitados que se van retirando y la gente lo aplaude entusiasta.


Argentinische Helden

Diego Maradona, gezeichnet von Danü (c)

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Steckbrief

Wir sind schnell.
Wir sind Wortmetze. Wir haben einen profunden geistes-
wissenschaftlichen Hintergrund. Wir sind böse, sexy und klug. Wir können saufen wie die Kutscher, haben Kant gelesen und nicht verstanden, aber das merkt keiner, und schlafen nie.


2012 von Christoph Wesemann in Buenos Aires gegründet. Derzeit im Exil. (Berlin)